¿Cómo se supera que el amor de tu vida te engañe con un manchego? O con un buen Ibérico… ,que lo pilles haciéndole ojitos a su mejor amigo mientras se come una hamburguesa con queso, huevo y beicon? … Dicen que el amor, todo lo puede, pero hay momentos en la vida que ponen el amor a ‘prueba de fuego’.
En las sociedad occidentales cada vez son más las personas que deciden no tener hijos. En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) detectó que aparte de los motivos que ya sabíamos – económicos, sociales, culturales y blah blah blah – las españolas no tienen hijos porque simplemente ¡No encuentran pareja!
¿Cómo es posible? Si nos llega más rápido un ligue que un Telepizza. A pesar de vivir en una sociedad donde las aplicaciones para ligar a través del móvil son más y más populares, -Loovo, Badoo, Happen, Adopta a una tío y como no la mítica Tinder- parece ser que el amor ha pasado a un segundo plano – la mayoría de gente ya no busca relaciones, solo pasarlo bien.
No tienes que creer en los Reyes, ni en el ratón Pérez, pero la culpa de nuestras altas expectativas en el amor es de Disney ¡Pero la magia a veces sí existe y los algoritmos funcionan! Imagínate por un segundo, que en contra de toda estadística y pronóstico consigues encontrar a ese alguien especial. Ese alguien especial del que escuchas hablar en cada canción de amor, el Ross de tu Rachel, la Rose de tu Jack, con quién abres los brazos al viento en la cubierta del Titanic, que sucede cuando conoces ese alguien especial pero de repente tu fantasía choca contra un iceberg llamado realidad hundiendo tu barco. ¿La razón? El amor de tu vida te quiere tanto a ti, como a un buen chuletón. Ante este panorama no debes desaprovechar la oportunidad de canalizar a tu Carrie Bradshaw interior y preguntarte ¿Harás espacio en la tabla para que puedan ser rescatados o dejarás que se hunda al fondo del mar? ¿Existe en alguna parte del multiverso, un posible futuro para una relación discordante en cuanto al consumo animal? ¿Dónde hoy Lula es tu mascota pero mañana puede convertirse en el ingrediente principal de un perrito caliente!
¿Tiene futuro la relación entre un omnívoro y un vegano?
Después de todo solo un 0,2% de los Españoles se consideran veganos y justamente por esta razón puede ser complicado encontrar una pareja dentro de un círculo tan reducido, ni que fuéramos Borbones.
¡Es momento de explorar nuevos horizontes!
Decidir la cena ¿es una Pesadilla En La Cocina?
Como no es de extrañar la mayoría de los conflictos entre parejas compuestas por una personas omnívora y otra vegetariana ocurren a la hora de comer juntos. Pequeños rifirrafes que pueden acabar creando tensiones con el paso del tiempo y causando discusiones por la comida.
La vida en pareja tiene sus más y sus menos, pero una de las bases en cualquier relación sólida es saber respetar las opiniones de la otra parte implicada y aceptarlas como tan válidas como las tuyas. Puede que ya haga mucho que tú decidiste no consumir ningún producto animal y seguir una dieta vegana, pero si el estilo de vida de tu pareja no es similar al tuyo, tienes solo dos opciones:
- Aceptar
- Escapar
No, no hay un término medio. No inicias la relación pensando: lo/la convierto. Tus razones podrán ser válidas (o no) para hacerlo querer cambiar de opinión, pero nada destruye más que alguien queriendo obligar a seguir su estilo de vida, con cada comida, con cada salida, con cada pensamiento. Imagina si fuera al revés, y en vez de respetar el tuyo, lo único que hace es darte la chapa ¿molaria? Nada destruye más rápido a una pareja que una discusión cada vez que vais a comer juntos.
Una de las cosas más divertidas que se pueden hacer en casa es cocinar en pareja, por esta razón creemos que los productos de LUCA encajaría a la perfección.
Los productos de LUCA están 100% elaborados a partir de proteína vegetal – lo cual los convierte en veganos – sin embargo están inspirados en el sabor, textura y aroma de la carne (pollo o ternera). Con ellos tanto tu pareja amante de los productos de origen animal como tú podréis disfrutar de una deliciosa experiencia gastronómica juntos.
1. #LoBuenoSeComparte
Prepara platos o acompañamientos con ingredientes comunes con tu pareja. A causa del ajetreo del día a día a veces nos cuesta compartir tiempo con las personas que queremos, por esta razón la hora de la cena suele ser un momento de relajación que puedes compartir con tu otra mitad.
La mejor manera de disfrutar de una agradable experiencia gastronómica en compañías es preparar algo que os guste a los dos, nosotros te sugerimos algunas recetas un arroz al curry con Delicias Pechvga o un parmentier de patata con Vurger CornFlakes. ¡Saca la negatividad fuera de la mesa!

2. Mirar el menú del restaurante de antemano
Cuando llevas una dieta vegana, pero las personas con las que sales a cenar – ya sean amigos, pareja, familiares o compañeros de trabajo – no lo son, elegir un restaurante puede convertirse en una ardua tarea. Cada vez son más los locales que deciden añadir opciones de alimentación vegana y vegetariana en su menú, en ocasiones puede que te lleves una decepcionante sorpresa al no encontrar nada, quizás excepto patatas fritas, que se ajuste a tu dieta con alimentos de origen vegetal.
Vivimos en el SXXI – la era de la tecnología y el internet – así que seguramente el restaurante al que sales a cenar tenga una página web con su carta en ella. Con un simple vistazo podrás decidir si tu tipo de cocina se adecua a tus gustos y requisitos.

3. Pon límites
Haz como Jennifer Aniston y Vincent Vaught en la película Separados. Aunque tu y tu pareja compartáis la misma cocina, siempre podéis establecer límites que os hagan sentir más cómodos. Sencillas normas como: que utensilios, ollas y sartenes puede utilizar cada uno harán que te sientas más cómodo sabiendo que ningún producto de origen animal ha entrado en contacto con tu comida.
Comunícale a tu pareja donde están tus límites ¿estás dispuesto a pasarle el pollo crudo a tu pareja? Tanto si la respuesta es sí como si no, lo importante es que lo habléis y mantengáis una comunicación abierta al respecto.

4. Un dulce que no amarga a nadie ¡ es un dulce cruelty free!
Una forma interesante de dar a conocer a tu pareja tus gustos es prepararle los alimentos que consumes en tu dieta vegana o vegetariana. Puedes proponerle el plan y cocinarle algo especial una noche a la semana, ponte tu gorrito de chef y dale rienda a la creatividad. Seguro que tú mejor que nadie conoces sus gustos, pero por si acaso… ¿Qué es lo que nunca falla? ¡Si señor, el CHO-CO-LA-TE!
Si amar es compartir, ¿qué esperas para compartir el Vrownie con la persona que quieres? ¡Háztelo mirar! Que el delicioso Vrownie gracias a su textura inmejorable, completamente vegano y con crujientes avellanas.será el arma perfecta para reducir su consumo de proteína animal.

¡Ya no más butifarra ni bacalao! Los Sexetarianos ¿Son para darles de comer a parte?
No, Tom Cruise no ha iniciado una nueva religión.. Ser sexteriano, es una nueva modalidad sexual. Considerada extrema por algunos, ser sexteriano implica que las personas que siguen una dieta vegana no tienen permitido mantener relaciones sexuales con personas que coman carne.
¡La polémica está servida! Los sexetarianos sostienen que el veganismo es una forma de vida (y no solo una forma de alimentarse), por esta razón deciden no meter en sus camas a nadie que no la practique o no comparta sus creencias.
¿Cuál es el razonamiento de los sexetarianos? El razonamiento se encuentra en que a través de los fluidos corporales de las personas omnívoras, les estarían transmitiendo a ellos los restos de los animales que se han comido.
“El amor mueve montañas” dice el refranero popular. El amor es paciente” dice Corintios 13:4-8. “ “Saliste tan bonita, qué linda estás. Siempre brillando ante las demás. Siento el deseo de comerte más… y más y más, no hay vuelta atrás” Ruleta Rusa de Kevin Roldán.
Frases y expresiones de amor clásicas que muestran que el amor muchas veces no puede contra nuestras convicciones. Lo importante es poder tratar los temas con madurez, respeto y tolerancia ¡sin buscar burlarnos, sino entendernos!